Martes
30 de agosto de 1983 HERALDO
DE ARAGON Página
11
IMPRESIONANTE
TORMENTA
EN EL PUEBLO ZARAGOZANO DE OLVÉS
Las
pérdidas son muy importantes
y la población ha quedado sin agua potable
Olvés (Enviado especial).- Una gran tormenta cayó en la
tarde del pasado sábado sobre la localidad zaragozana de Olvés,
y , durante 90 minutos, se calculan en 125 a 130 litros por metro cuadrado
los recogidos en dicha localidad, lo que produjo grandes perdidas, que
sin evaluar todavía, a simple vista, pudimos observar que serán
de importancia.
Sobre las seis y media, y llegando de la parte de Gallocanta, decía
el alguacil, señor Pérez, empezó a diluviar, y
con la intensidad que pocos recuerdan, empezó a bajar la rambla,
arrasando huertos, vega, viñedo; aportando a las mismas unos
recargos de tierras de arrastres enterrando sembrados, hortales, derruyendo
tapias, arrancando parte de la infraestructura de los servicios de aguas
potables, asi como la desaparición de la fuente. Un buen número
de árboles, perales, melocotoneros y otras especies habían
sido arrancados por la fuerza del agua y transportados a muchos metros
de donde estaban plantados. También afecto con varios cortes
en la carretera - vía provincial - que finaliza con el empalme
de Munébrega-Castejón.
En compañía de los concejales del Ayuntamiento de Olvés
Serafín Alaya y Santos Sebastián recorrimos la parte afectada,
y son muchos los kilómetros que aún mostraban los efectos
de la riada aportada por el barranco, y cuya superficie, muy capaz,
fue insuficiente para acoger tantas precipitaciones, anegando las fincas,
huertos, cuyo aspecto hoy es otro barranco. Aspecto que se puede comprobar
hasta la desembocadura en el rió Jiloca, con menos daños,
cuando se acercaba a Maluenda.
Es difícil que se puedan, de una manera urgente, valorar las
perdidas, pero se esperan que tengan suma importancia, ya que la tormenta
arrasó totalmente los hortales, vega, esperando que técnicos
en estos aspectos lleguen hasta Olvés, para comenzar a valorar
tantas pérdidas.
Ni los más viejos del lugar, y perdón por el tópico,
conocían tan importante tormenta, ya que en la plaza principal
del pueblo, a los pies de la iglesia de Santa María, conversamos
con un vecino que cuenta 83 años, y no recordaba hecho igual,
lamentándose a su vez de que su huerto había sido arrasado.
Si no nos ayudan para limpiar y que vuelva a ser tierra de cultivo donde
teníamos hortalizas y algún que otro árbol frutal,
decía el vecino, lo abandonaremos para que se quede como está
ahora, en barranco. El viejo apesadumbrado confiaba en que se acudirá
a evaluar las pérdidas y a iniciar acciones, nuestras autoridades,
para solidarizarse con estas buenas gentes de Olvés, en cuya
localidad adivinaba el disgusto que la nube había aportado a
la comunidad, con esa ingente cantidad de agua, con granizo por la parte
del pueblo, que no se recuerda por aquí.
En la calurosa mañana de Olvés, aún se puede observar
por sus calles las banderitas festeras, en esos días de distensión,
festejos que se habían vivido, cuando nadie sospechaba que al
remate de las mismas se iba a poner en la localidad los tintes de tristeza,
porque la nube - vino de la parte de Gallocanta - trajo pérdidas
que, aún siendo importantes, no afectaron a persona alguna.
Allí dejamos a los hombres del Ayuntamiento dedicados a subsanar
en parte los servicios de agua potable, ya que la vecindad no disponía
de los mismos, y para el uso de boca, tuvieron que recurrir a la fuente
vieja, que quedó sin afectar por esa tromba de agua, con desperfectos
y pérdidas a las que poco a poco se van reponiendo, confiando
que puedan tener remedio.
Al final de la ruta, hasta Maluenda, aún es fácil comprobar
lo que fue la tormenta en Olvés.
Jesús MARTINEZ MUÑOZ
EL
ALCALDE DE OLVES
VISITA LA DIPUTACION PROVINCIAL
Y EL GOBIERNO CIVIL
Una representación del Ayuntamiento de Olvés, encabezada
por su alcalde, Pedro Muñoz, llegó ayer a Zaragoza para
entrevistarse con el vicepresidente de la Diputación, Carlos
Alegre, y con el gobernador accidental, Maria Pilar de la Vega, y darles
cuenta de los grandes daños causados por la tormenta caída
sobre la localidad, a la vez que recababan la ayuda necesaria para hacer
frente a los primeros momentos más difíciles.
El vicepresidente de la Diputación Provincial envió inmediatamente
a Olvés una motoniveladora para atender a los primeros trabajos,
y prometió el envío de técnicos que estudiasen
sobre el terreno los efectos de la tormenta y los medios para paliarlos
en la medida de lo posible.